En el marco del Copa Mundial Sub‑20 de la FIFA Chile 2025, la selección de Marruecos está a solo un paso de hacer historia. Los jóvenes Leones del Atlas han llegado a la final del torneo, donde este domingo se medirán con la potente Selección de Argentina Sub‑20 en el Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos de Santiago. Esta final representa mucho más que un partido: es la culminación de un proceso, la reivindicación de una generación y un momento clave para el fútbol marroquí.
El camino recorrido hacia la gran cita
Desde el inicio del torneo, Marruecos mostró carácter y convicción. En la fase de grupos, se impuso a rivales de renombre: venció a España 2-0, derrotó a Brasil 2-1, y cerró el grupo con una derrota frente a México ya sabiendo que estaba clasificado. Esta actuación le permitió liderar el grupo y avanzar con autoridad.
En la ronda de eliminación directa, sus adversarios también eran exigentes. Primero eliminó a Corea del Sur en octavos, luego a Estados Unidos en cuartos con un contundente 3-1. Y en semifinales logró un triunfo épico ante Francia: 1-1 tras el tiempo reglamentario y victoria 5-4 por penales, con una actuación memorable del portero Abdelhakim El Mesbahi. Con ello, Marruecos accedió por primera vez en su historia a una final mundialista juvenil.
La final: Marruecos vs Argentina – lo que está en juego
Este domingo, en Santiago, Marruecos se enfrentará a Argentina en la final de la Copa Mundial Sub-20. Argentina llega como una potencia histórica en esta categoría, con múltiples títulos, mientras que Marruecos hace su debut en una final de este calibre. Es, por tanto, un choque entre un gigante consagrado y un aspirante emergente.
Lo que Marruecos puede lograr
- Un título mundial juvenil: Si Marruecos gana, será el primer título mundial de cualquier categoría para el fútbol marroquí —y un momento que entrará en los libros de historia.
- Validación internacional: Esta final ya demuestra que el fútbol juvenil de Marruecos ha dado un salto de nivel. Ganar significará que ese salto no fue una casualidad.
- Impulso para el futuro: Un triunfo marcaría un antes y un después, motivando tanto a jugadores como a clubes, academias, federación y aficionados.
Lo que Argentina representa
La Selección Sub-20 de Argentina es un rival de peso. Acumula experiencia, calidad individual, y tradición en esta categoría. Para Marruecos, vencer a este adversario significaría más que el título: sería una declaración de intenciones.
Claves que podrían definir el partido
- Disciplina táctica y concentración: Marruecos ha demostrado orden defensivo, buen bloque medio y capacidad de resolver momentos de tensión (como en la tanda de penales con Francia). Mantener ese nivel será vital frente a Argentina.
- Aprovechamiento de oportunidades: Cuando Marruecos ha sido eficaz en sus transiciones y remates, ha marcado diferencia. Frente a un rival que exige aprovechar al máximo las oportunidades, esto será determinante.
- Mentalidad ganadora y gestión de la presión: Jugar una final mundialista es un escenario único. El equipo y su cuerpo técnico deben manejar el nerviosismo, la ansiedad y los detalles externos (ambiente, expectación, cobertura mediática).
- Efectividad en momentos clave: Los duelos decisivos muchas veces se ganan por un detalle: un error, un cambio, una jugada individual. Marruecos ya dio muestras de saber gestionar esos momentos —ahora el reto es repetirlo en la final.
El significado más allá del marcador

Este partido no es solo un espectáculo deportivo. Para Marruecos, es un símbolo: de juventud, de ambición, de proyección internacional. Esta selección Sub-20 está ayudando a construir una narrativa de éxito que puede trascender al fútbol —y convertirse en motivo de orgullo nacional.
Además, en el contexto africano y árabe, su presencia en la final es una señal de que el continente y la región pueden aspirar a metas mayores en torneos juveniles. Marruecos se une así a un grupo reducido de países africanos que han alcanzado una final Sub-20.
Qué esperan los aficionados y qué sigue después
Los aficionados marroquíes tienen razones para soñar. Una final mundialista es un momento de unión, celebración, y posibilidad. Sea cual sea el resultado, esta generación ya quedó grabada en la historia.
Y después del torneo vendrán otros desafíos: los jugadores ascenderán al fútbol profesional, la federación continuará desplegando su programa de desarrollo, y este hito puede abrir puertas para que Marruecos aspire a nuevas metas tanto en categorías inferiores como en la absoluta.
Una final para la memoria
La final del domingo representa para Marruecos mucho más que 90 minutos de fútbol. Es el cierre de un recorrido magnífico, el punto culminante de un sueño y la puerta hacia un futuro prometedor. Frente a Argentina, la batalla será grande —pero el solo hecho de estar allí ya es motivo de celebración.
Los Leones del Atlas tienen la oportunidad de convertir su nombre en leyenda. Y el mundo estará atento.


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