El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se prepara para votar este viernes un proyecto de resolución que considera que una autonomía “genuina” bajo soberanía marroquí “podría constituir la solución más viable” al prolongado conflicto del Sáhara Occidental. La votación llega en un momento de intensas negociaciones diplomáticas y con un apoyo internacional cada vez más inclinado hacia la propuesta de Rabat.

Un plan que gana respaldo internacional

El plan de autonomía, presentado por Marruecos ante la ONU en 2007, plantea la creación de autoridades locales —legislativas, ejecutivas y judiciales— elegidas por los habitantes del territorio, mientras que el Estado marroquí mantendría competencias en defensa, relaciones exteriores y religión.
El Frente Polisario, respaldado por Argelia, rechaza este enfoque y defiende la celebración de un referéndum que incluya la opción de la independencia, una propuesta que no ha logrado consenso dentro del Consejo de Seguridad.

El texto que se someterá a votación fue redactado por Estados Unidos y necesita al menos nueve votos favorables y ningún veto de los cinco miembros permanentes (EE. UU., Reino Unido, Francia, Rusia y China) para ser adoptado. Diplomáticos señalaron que Argelia —miembro no permanente durante el bienio 2025-2026— intentó eliminar del borrador toda referencia al plan marroquí como base de negociación.

Mandato de la ONU y revisión estratégica

Además de respaldar la propuesta marroquí como punto de partida para futuras negociaciones, el proyecto de resolución contempla la renovación del mandato de la misión de la ONU en el Sáhara Occidental (MINURSO) por un año, y solicita al secretario general, António Guterres, presentar en un plazo de seis meses una revisión estratégica del papel de la misión.
La actual autorización de MINURSO expira este viernes, lo que añade urgencia a la votación.

Estados Unidos, Francia y Reino Unido, en línea con Rabat

En los últimos meses, Washington, París y Londres han reforzado su apoyo a la propuesta de autonomía de Marruecos. Estados Unidos reafirmó que el plan representa “la única solución realista” para resolver el conflicto, mientras que Francia y Reino Unido se sumaron a esa posición en 2025.
España, antigua potencia colonial, también respalda la iniciativa marroquí, consolidando una tendencia creciente dentro de Europa que considera la autonomía bajo soberanía marroquí como un marco viable para la estabilidad regional.
Más recientemente, Bélgica expresó oficialmente su apoyo al plan, calificándolo de “creíble, serio y realista”, en una declaración conjunta en Bruselas.

Argelia y el Polisario mantienen su rechazo

El Frente Polisario advirtió que no participará en ningún proceso político basado en una resolución que respalde el plan de autonomía, mientras que Argelia ha reiterado que no votará a favor de un texto que mencione explícitamente esa propuesta.
Sin embargo, dentro de Naciones Unidas, la correlación de fuerzas parece inclinarse hacia el reconocimiento del enfoque marroquí como el marco de negociación más pragmático.

Un contexto diplomático más amplio

La votación de este viernes se produce pocos días antes de la conmemoración del 50.º aniversario de la Marcha Verde, hito que simboliza la recuperación del Sáhara para Marruecos y que marcará un momento de reflexión sobre la evolución del conflicto.
Desde 2020, Rabat ha cosechado una serie de respaldos políticos y económicos a su propuesta, incluyendo la apertura de consulados de más de treinta países africanos y árabes en El Aaiún y Dajla, lo que ha consolidado su posición diplomática en el continente.

El resultado de la votación podría redefinir el marco político de las negociaciones y el papel de la ONU en el proceso. Si el texto es aprobado sin vetos, marcaría la primera vez que el Consejo de Seguridad reconoce explícitamente la autonomía bajo soberanía marroquí como la base más viable para una solución duradera.


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