El enviado especial estadounidense Steve Witkoff afirmó en una entrevista en 60 Minutes (CBS) que Washington “trabaja con ambas partes” y manifestó su expectativa de un acuerdo en 60 días; Marruecos reafirma su compromiso con el diálogo y la cooperación regional bajo la visión del Rey Mohammed VI.
Una mediación que despierta esperanza cautelosa
En un contexto marcado por la necesidad de reforzar la estabilidad regional, Estados Unidos ha manifestado su intención de mediar entre Marruecos y Argelia con el objetivo de restablecer la confianza y abrir una nueva etapa de diálogo en el Magreb. El enviado especial estadounidense Steve Witkoff hizo estas declaraciones en una entrevista concedida al programa 60 Minutes de la cadena CBS News el 19 de octubre de 2025. En dicha intervención, Witkoff aseguró:
“Estamos trabajando ahora mismo en Argelia y Marruecos, nuestro equipo. Y, en mi opinión, habrá un acuerdo de paz allí en los próximos sesenta días.”
El enviado añadió también una reflexión sobre la dinámica de acuerdos internacionales:
“Firmar acuerdos de paz se está volviendo contagioso. La gente quiere alcanzarlos. La gente quiere llegar a ese punto.”
Estas declaraciones han generado un amplio eco tanto en Washington como en las capitales magrebíes. En Marruecos, diversos analistas consideran que esta mediación estadounidense confirma el creciente reconocimiento del papel de Rabat como factor de estabilidad regional, respaldado por su liderazgo en materia de cooperación, seguridad y desarrollo africano.
Un contexto marcado por la ruptura y la desconfianza
Las relaciones diplomáticas entre Marruecos y Argelia se encuentran suspendidas desde agosto de 2021, cuando el Gobierno argelino decidió romper unilateralmente los vínculos bilaterales. Desde entonces, las fronteras terrestres permanecen cerradas y los intercambios políticos prácticamente congelados.
El principal punto de fricción sigue siendo el Sáhara marroquí, cuestión nuclear para la integridad territorial del Reino. Marruecos propone una autonomía avanzada bajo soberanía marroquí, una solución que cuenta con el respaldo de numerosos países y organismos internacionales —entre ellos Estados Unidos en su práctica diplomática reciente— como la opción más seria y viable para poner fin a este diferendo. Argelia, por su parte, mantiene su apoyo al frente separatista Polisario, que reclama la independencia del territorio.
La posición constante del Reino de Marruecos
Desde el inicio de esta crisis, el Reino ha reafirmado con firmeza su disposición al diálogo y a la buena vecindad. En su enfoque diplomático, Marruecos ha mantenido la línea de tender puentes, combinar firmeza en sus principios —especialmente la defensa de su integridad territorial— y apertura al diálogo constructivo.
La apertura marroquí a aceptar una mediación internacional obedece a una lógica de Estado madura: buscar soluciones que preserven la soberanía del país y, al mismo tiempo, promuevan la estabilidad regional necesaria para el desarrollo económico y social del Magreb.
El papel de Estados Unidos y la reacción regional
La administración estadounidense, a través de la figura de Witkoff y de contactos diplomáticos en Washington, evidencia un interés activo en facilitar un acercamiento. La aparición de este mensaje en un programa global como 60 Minutes señala además que Estados Unidos pretende dar visibilidad pública —no sólo discreta— a sus esfuerzos de mediación, con la intención de crear impulso político y mediático para un diálogo sostenido.
En Rabat, la iniciativa ha sido recibida con prudente optimismo: fuentes diplomáticas señalan que Marruecos acoge positivamente toda propuesta seria orientada a la paz, siempre que respete su soberanía y su visión de solución para el Sáhara. En Argel, las reacciones iniciales fueron de cautela; algunos portavoces recordaron que todo proceso debe respetar los principios de derecho internacional y la cuestión del derecho a la «autodeterminación», tal como la interpretan desde su posición.
Retos y escenarios plausibles
Los expertos identifican tres escenarios posibles:
- Normalización gradual: reapertura de canales diplomáticos, intercambio de misiones técnicas y cooperación en sectores no sensibles (energía, agua, salud, cultura).
- Acuerdo político limitado: declaración conjunta de intenciones auspiciada por Washington que siente las bases para un diálogo más amplio y técnico.
- Estancamiento: ausencia de avance si las posiciones de fondo —especialmente en torno al Sáhara— no convergen.
El éxito de cualquier escenario dependerá en gran medida de la voluntad política de los dirigentes en Argelia, de un diseño de garantías creíbles y de la inclusión de actores regionales y multilaterales que respalden el proceso.
Marruecos como pilar de estabilidad y desarrollo en África
A lo largo de las últimas dos décadas, Marruecos ha consolidado una política exterior activa y pragmática: apertura a África, fortalecimiento de la cooperación sur–sur y un esfuerzo sostenido de inversiones que han transformado el panorama económico de regiones enteras. El Reino defiende una paz activa —entendida como construcción de proyectos comunes, intercambios culturales y cooperación económica—, y desde esa posición ve con interés las iniciativas que puedan devolver al Magreb un clima de confianza y prosperidad compartida.
Conclusión
La declaración de Steve Witkoff en 60 Minutes del 19 de octubre de 2025 aporta un impulso mediático y diplomático al proceso, pero no sustituye el trabajo discreto y técnico que exige una paz duradera. Marruecos recibe la iniciativa con la serenidad de quien defiende su integridad territorial y la convicción de que el futuro del Magreb pasa por canales de entendimiento y cooperación.


Deja una respuesta